Ante cierto debate surgido alrededor de las algas y si su uso es apropiado o no, algunos profesionales los cuales trabajamos promoviendo una alimentación sana y natural queríamos aportar nuestra opinión.
Todo surge a raíz de un estudio realizado presuntamente por la Universidad de Barcelona a algas de Japón, Bretaña y Galicia él cual afirma que algas como hiziki, wakame, kombu y nori contienen metales pesados como plomo, níquel y cadmio por encima de lo estimable aceptado por el organismo humano.
Curiosamente este mismo año las algas de Algamar han sido reconocidas como biológicas y obtenido un sello que lo corrobora tras pasar todos los controles de calidad por la Universidad Compútense de Compostela. En dicho estudio nos informan de la ausencia total de plomo y un bajo contenido de otros metales pesados nunca superiores de lo admitido aceptable. En cualquier caso oligoelementos como el hierro, cinc, níquel, selenio, cromo y arsénico son indispensables para la salud y esenciales en las funciones orgánicas pero no los metales pesados que se acumulan e intoxican nuestro organismo cuando superan cierta cantidad.
Las algas se han utilizado desde tiempos inmemorables en muchos pueblos. Desde la China a Japón, Bretaña, Hawai, Chile, etc. y en todos estos lugares estos vegetales terrestres han sido alimentos imprescindibles para no solo alimentarse sino también para conseguir hazañas como recorrer desiertos, cruzar mares, sumergirse en aguas heladas y muy profundas y a la vez hacer sucumbir de placer al más exquisito paladar. Los vegetales marinos a diferencia de los terrestres no encuentran ninguna variedad tóxica y su aporte de minerales, oligoelementos y otros nutrientes esta muy por encima. Estudios realizados a pueblos que utilizan a diario este alimento demuestran que son más longevos, tienen una inmejorable salud, huesos, uñas y cabello más fuerte y raramente hemorragia cerebral o hipertensión arterial entre otros beneficios.
No descartamos que algunas algas por el lugar donde crezcan podrían estar contaminadas. También ocurre lo mismo con las verduras terrestres y eso no nos hace pensar que todas las verduras son tóxicas. Evidentemente deberemos adquirir nuestras algas a proveedores que nos den la garantía de su cultivo o recogida en aguas limpias y libres de contaminantes. A diferencia de los peces es fácil controlar si un alga reúne las condiciones de calidad porque permanecen fijas al sustrato y por lo tanto facilitan su estudio. No obstante la regla general es que las algas no puedan crecer en aguas contaminadas.
Según Clemente Fernández Saa de Algamar: “Los océanos ocupan la mayor parte del
Planeta. Es un medio inmenso y en continuo movimiento de renovación de aguas. Algo que se nota especialmente en Galicia, una costa en cuña que se adentra en el Océano. Los biólogos marinos han comparado la frondosidad y la
biodiversidad que aquí existe con la de las selvas tropicales. Es demasiado grande y está demasiado vivo. Ha demostrado muchas veces que su poder de regeneración es extraordinario y único”. Esto demuestra que tenemos mucha suerte de poder abastecernos de algas cultivadas en la Península Ibérica y por lo tanto ya no es necesario importarlas de Japón.
El alga hiziki sería la más dudosa en cuanto a su pureza ya que puede contener una cantidad mayor de metales pesados y arsénico. Una buena elección sería utilizar más alga espagueti de mar y más ocasionalmente alga hiziki.
La cantidad recomendada diaria de alga seca es de 5 g. Un exceso de algas puede derivar en ciertos problemas de salud como acumulación excesiva de minerales y oligoelementos, dolor de riñones o en la parte inferior de la espalda, retención de líquidos, tensión muscular, síndrome premenstrual, excesivo apetito y deseo por dulce.
Aprovechamos para recordar algunos de los beneficios del uso de algas en la alimentación diaria:
- Gran fuente de minerales, vitaminas y oligoelementos.
- Prácticamente sin calorías, cero en grasas.
- Ayudan a disolver grasas y depósitos de mucosidades. Reduce la obesidad.
- Refuerzan y tonifican el sistema nervioso y el circulatorio.
- Fortalecen los huesos, dientes, cabellos y uñas. Ayuda a prevenir la osteoporosis.
- Ayudan a cocinar las legumbres y hacerlas más digestivas.
- Alcalinizan la sangre y activan las defensas
- Tienen capacidad de expulsar del cuerpo metales pesados, radioactivos y tóxicos. Reducen el efecto de la quimioterapia
Las algas son y siguen siendo un alimento excepcional e imprescindible en la dieta de aquellas personas que han escogido alimentarse de manera natural. Desde aquí os animamos a seguir utilizándolas y a situarlas en el lugar que se merecen en nuestra dieta diaria.
Tina Asensio
(Profesora de macrobiótica y cocinera bioenergética)
Egoitz Garro Hernaiz - http://egoitzgarro@yahoo.es
(Profesor y consultor macrobiótico)
Francisco Varatojo - www.e-macrobiotica.com
(Profesor y consultor macrobiótico)
Mª Rosa Casal - www.escueladevida.es
(Profesora y consultora macrobiótica)
María Gómez Casal - www.escueladevida.es
(Profesora y cocinera macrobiótica)
Montse Bradford- www.montsebradford.es
(Profesora de cocina energética y terapeuta emocional)