jueves, 30 de julio de 2020

DORMIR BIEN, a través de una buena alimentación

Georges Ohsawa nos hablaba de las 7 condiciones de la salud y en ellas dejaba bien claro que uno de los pilares fundamentales es dormir bien. No podemos hablar de tener una buena salud si no tenemos un sueño reparador y profundo.

De hecho, ya sabemos como nos sentimos cuando no hemos dormido el tiempo suficiente o no ha sido de la calidad necesaria. Estaremos más irritables, con menor concentración, sin energía, sin entusiasmo, generara mayor estrés y ansiedad, etc. Vamos que iremos como "almas en pena por la vida". Si, además esta situación de mal sueño se hace crónico será el sendero a otros desajustes y enfermedades.

Por el contrario, qué bien nos sentimos cuando "dormimos a pierna suelta" las horas justas. El reloj biológico retorna operativo, con lo cual no se necesita de despertador. Se va la cama y trascurren pocos minutos en sumergirse en el sueño. El sueño es profundo, sin interrupciones y muy reparador. Así, que nos despertamos con "la puesta a punto" realizada y entonces derrochamos energía y buen humor.


Evidentemente, para conseguir dormir bien es importante revisar nuestra alimentación, nuestro estilo de vida, así como nuestro estado emocional. Y si tengo que señalar uno de estos 3 aspectos, siempre señalaré la alimentación porque esta va a fomentar hábitos saludables para los otros puntos.

Para que veas, como afecta nuestra forma de alimentarnos:
  • Cuando se hace una alimentación más fría y expansiva (+Yin) donde destacan:               Azúcar, estimulantes,alcohol,  refrescos, zumos, solanáceas, leche, yogures, quesos blandos exceso de especias, refinados, bollería y/o comer sin sal, etc. Vamos a necesitar muchas más horas de sueño. Probablemente nos va a costar por la noche irnos a la cama y conciliar el sueño y en cambio va a ocurrir justamente lo contrario por la mañana, "las sabanas se pegan".
  • Cuando la alimentación es más caliente y contractiva (+Yang) donde destacan:
    Carne, embutidos, quesos salados, horneados, huevos, exceso de sal o condimentos salados y/o comer poca verduras. La tendencia es a dormir menos horas. Ocurre, a menudo, que se duerme rápido pero que a las pocas horas te despierta y ya no te puedes dormir o lo haces con muchas interrupciones.



La cena es el preludio de como va a ser nuestro sueño. Así qué, esta debe de ser más bien ligera si no es temprana. En nuestra "spanish cultura" son ambas cosas que no se prodigan y esto no solamente causa problemas de insomnio y mal sueño, también en funcionamiento digestivo. El órgano más afectado es el hígado y esta es la causa de tener mal humor por las mañanas y de que cueste poner en marcha el motor.

Hay alimentos concretos que no van a favorecer tener un buen sueño, bien por ser pesados o bien por ser estimulantes. Entonces, mejor eliminar o reducir en la cena: comida frita, proteínas animales, frutos secos, legumbres (excepto las que son más ligeras como lenteja roja, guisante seco o en general, las preparadas en patés), azúcar, postres, estimulantes, especias, demasiado líquido, etc...

Evidentemente, hay muchas otras causas a parte de la alimentación. Hay quién se levanta cada noche al baño porqué necesita vaciar la vejiga. Este problema se puede, la mayoría de las veces. resolver tan solo dejando de tomar líquidos por la noche.

Hay causas emocionales como hemos comentado al principio. Si te llevas los problemas a la cama difícilmente vas a conciliar el sueño. Por el contrario, cuando sabes que has dado el máximo y/o has resuelto problemas está garantizado dormir como un "bebe".

Ahora, si quieres saber más, te recomiendo que veas este video  que he preparado con mucho cariño para ti. Ya me contarás, si te ha servido de ayuda a mejorar la calidad de tu sueño.

video DORMIR BIEN




jueves, 2 de julio de 2020

TARTAR ROSA DE QUINOA con ALIÑO DE 5 SABORES

Cuando llega el verano nos apetece sobre todo platos más fresquitos y pasar el mayor tiempo disfrutando de las actividades al aire libre. Es el tiempo ideal para cremas frías, cereales rápidos de preparar y como no ensaladas. Ahora, ojo al dato...esas ensaladas que se pueden convertir en platos únicos deben de ser los más nutritivas posibles. 

Esta ensalada en forma de tartar que te presento hoy también es una forma muy atractiva de preparar un cereal para una comida especial porque como ya sabes la vista es el primer sentido por el que degustamos cualquier plato. Una presentación coqueta digna de cualquier celebración. 

El jugo de la remolacha es un gran recurso para teñir y dar un color atractivo y divertido. Yo lo utilizo habitualmente para dar color a la tofunesa, al chucrut, a los pickles, cremas y cereales. ¿Para que la usas tu?. 

El aliño que acompaña al tartar te va a encantar porqué le proporciona un abanico de sabores atrevidos y dinámicos como la energía del propio verano. El ligeramente amargo y nutritivo aceite de oliva, el ácido y refrescante limón, el picante desenfadado ajo, el dulce afrutado del zumo concentrado de manzana y el intenso salado-ácido vinagre de umeboshi que va a acrecentar el color de la ensalada. Como resultado un aliño con los 5 sabores que va a amenizar y elevar a la excelencia cualquier ensalada o guarnición que quieras condimentar.





TARTAR DE QUINOA ROSA
3-4 raciones

Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo total: 2 horas

Ingredientes:
  • 1 taza de quinoa 
  • 2 tazas de agua 
  • 2 remolachas frescas pequeñas 
  • 5 vainas (alubia verde)
  • 2 pepininillos olivas negras para decorar sal marina 
Ingredientes aliño: 
  •  3 c.s. aceite de oliva
  • 2 cucharadas de vinagre de umeboshi
  • 1'5 c.s. zumo concentrado de manzana
  • 1 ajo rallado 
  • 1 cuchara zumo limón



                      




Elaboración:
  • Lava la quínoa hasta que el agua salga limpia. En una cazuela calienta 2 tazas de agua. Cuando rompa a hervir añade una cucharadita de café de sal, tapa y cocina a fuego mínimo durante 20 minutos, si usas cocina de gas y fuera necesario utiliza un difusor. Deja la quínoa enfriar. 
  • En una olla a presión o cazuela coloca las remolachas, cubre con agua y añade una pizca de sal. Cuece con tapa durante unos 20-25 minutos o hasta que estén tiernas, esto lo sabes clavando la punta de un cuchillo, tiene que entrar con suavidad. Si usas la olla acortarás la cocción unos 10 minutos aproximadamente. Enfría un poco, pela y corta en cubitos. 
  • Pon 1/4 litro de agua a hervir con una pizca de sal. Corta las vainas en trozos de 1/2 cm. Si son muy anchas puedes cortar también transversal por la mitad. Cuece sin tapa durante 4 minutos o hasta que estén tiernas pero "aldentes". Deja enfriar y reserva. 
  • Corta el pepinillo en cubitos pequeñitos. Mezcla todos los ingredientes de la ensalada hasta que coja un bonito color uniforme. 
  • Mezcla los ingredientes del aliño. Incorpora el aliño a la ensalada, mezclar bien y sirve con ayuda de un aro. Decora cada porción con una oliva negra. 
¡El éxito está asegurado!